miércoles, 5 de enero de 2011

Cuando el trabajo nos sobrepasa...

Nuestra cultura celebra la idea de los trabajólicos. Nunca es demasiado trabajo y es considerado una medalla de honor “quemarse las pestañas” por un proyecto.
Pero esto genera varios problemas y no es sustentable en el tiempo. El trabajar más no implica necesariamente hacer más. De hecho a veces hace perder el norte y no seguir las prioridades, pecando de perfeccionistas.
Este esquema trata de solucionar los problemas con horas de fuerza bruta en vez de ponerle cuesco y cabeza para optimizar y ser más eficientes. Las decisiones al estar tan cansados, no siempre son buenas.
Los trabajólicos no son héroes, no guardan el día, lo usan solamente en el trabajo. El verdadero héroe está en la casa, porque encontró una manera mejor y más rápida de hacer las cosas.


Si quieres profundizar el tema te recomiendo el libro Rework de Jason Fried y David Hansson.