Piense por unos segundos que aplicación es la que más usa durante el día.
Seguramente su respuesta fue el correo electrónico, lo cual parece obvio, teniendo en cuenta que reemplazó la mensajería tradicional, acortando los tiempo en los cuales podemos mandar y recibir información, usando una aplicación que me obliga a llenar sólo tres campos!!!
Se puede imaginar el mundo de hoy, esperando que le llegue una carta en la cual le confirman los precios de los productos que usted solicitó, o la confirmación de una venta, o simplemente que su familiar llegó sin novedad de su viaje.
Los inicios del correo electrónico se asocian a Ray Tomlinson, quien en 1971 habría creado el envío y recepción de mensajes de manera electrónica, todo dentro del marco de la construcción de la red ARPANET, donde la idea era que los desarrolladores se dejaran mensajes. Al finales de la década de los 80’ esta herramienta ya comenzaba a entrar en universidades y grupos científicos, para consolidarse a mediado de los 90’ en todos los estratos e industrias.
Bueno veamos lo que pasa en la actualidad. ¿Seguirá siendo el correo la herramienta más utilizada en el futuro?.
¡La respuesta es sin duda no!.., aunque nos parezca sorprendente el correo tiene sus días contado, como lo planteara Kevin Marks, un ingeniero de Google “El correo electrónico ha muerto para un grupo de usuarios. La generación más joven no usa el e-mail”. Esto está pasando no sólo en los jóvenes, como lo muestra un artículo de The Wall Street Journal, en el cual se muestra que el corro electrónico a perdido terreno como instrumento de comunicación en línea.
Ahora lo que hay que preguntarse es porqué en el futuro dejaremos el correo.
El primer elemento, que desde mi punto de vista es el mas importante, es que la comunicación vía correo electrónico es asincrónica, muy diferente a lo que hoy experimentamos con aplicaciones web 2.0, como las redes sociales y otros donde la comunicación es sincrónica, yo escribo e inmediatamente todos lo ven.
Hoy los usuarios de la web están acostumbrados a “publicar” información y no a “enviar” información. De esta manera el contenido se comparte, no se envía.
Esto es elemental en la evolución que ha tenido la web, aspecto que sin lugar a duda influirá sobre la obsolescencia del correo electrónico.
Hoy lo que interesa es generar comunidades (grupos de trabajo, empresas, proveedores, clientes, usuarios, etc..) en las cuales queremos compartir mensajes y hacer seguimiento de ellos, invitar de manera selectiva a usuarios, eliminar o desafiliar a otros etc..
Con esta nueva forma de trabajar podríamos por ejemplo, certificar los mensajes, asegurar lo que queremos ver, evitando el molesto spam, asegurarse que la persona a la cual le envié un mensaje lo vio, compartir de manera más sencilla contenido, documentos, videos, link, etc..
Finalmente las nuevas tecnologías permiten que un mismo mensaje, y su evolución, pueda ser visualizado por un conjunto de personas, sin tener que generar miles de copias cada vez que quiero compartir algo, y mas importante aún, no equivocarme a quien lo envío! (probablemente ya ha tenido alguna mala experiencia al respecto).
Bueno, seguramente esto ya les suena conocido, son las famosas redes sociales, plataformas que han transformado la forma en la cual la gente se comunica, de ahí su popularidad.
Haga el siguiente ejercicio, si usted tiene un hijo de entre 10 y 20 años pregúntele cuál es el sistema que más usa. Oh!! sorpresa la respuesta fue diferente a la suya, peor aún, si le pregunta por el correo electrónico ironizará con lo arcaico del tema.
No es el objetivo de este post discutir los aspectos técnicos que hagan una realidad el hecho que las empresas comiencen a usar plataformas 2.0 para comunicarse, pero lo que es claro es que, mientras antes comiencen será más fácil el cambio.